Los peligros de ponerse al volante en Kabul
"¿De qué colores son las luces de un semáforo?". "Si aparca el coche en un sitio prohibido, ¿qué puede ocurrir?". "¿Por qué lado se adelanta?". Éstas son algunas de las preguntas que el examinador formula a los aspirantes a sacarse el carnet de conducir en Kabul.Muchos dudan al responder.
En Kabul sólo hay 10 semáforos en toda la capital, y nadie hace caso de ellos ni de sus colores. En la ciudad los conductores aparcan donde quieren, y adelantan por la derecha, pero también por la izquierda, invaden el carril contrario, circulan en contra dirección o se incorporan en una calle sin mirar, obligando a frenar de golpe al resto de coches.
Kabul se ha convertido en espejo de lo que es Afganistán: un auténtico caos, en el que las normas están para no cumplirlas. Cualquiera diría que sus conductores no tienen el carnet de conducir, pero sí. Muchos disponen de él, aunque conseguirlo, como todo en ese país, no significa que se esté cualificado para, en ese caso, ir al volante de un vehículo.
Examen caótico
El examen consta de una parte teórica y otra práctica. En la teórica el examinador hace dos o tres preguntas orales al aspirante a conseguir la licencia, que pueden ser muy fáciles o muy difíciles de forma arbitraria. Según le dé en ese momento al examinador.
En la parte práctica no sólo es importante la maña al volante del aspirante sino también su bolsillo.
El jefe de licencias del Departamento de Tráfico de Kabul, Zabiullah Nuri, asegura que sacarse el carnet de conducir cuesta 530 afganis (unos ocho euros y medio). Sin embargo, cuando se pregunta a los jóvenes que se presentan al examen, todos contestan que pagaron más de 1.000 (unos 17). "En Kabul nadie conduce bien", afirma sin reparo Nuri, a pesar de que él es el responsable de coneder los carnets de conducir. "La gente conoce las normas pero no las cumple", justifica encogiéndose de hombros.
El responsable del Departamento de Tráfico, el general Nurudin Hamdard, añade que ése no es el único problema. Kabul tiene capacidad para 50.000 vehículos pero en la actualidad por sus calles circulan más 400.000 cada día, asegura.
Sólo 250 de los 490 kilómetros de calles que hay en la ciudad están asfaltados. La mayoría son de una única dirección pero circulan coches en ambas. En la ciudad se necesitarían 3.000 o 4.000 autobuses para dar servicio a sus cinco millones de habitantes, pero sólo hay 100.
Y al caos ya existente, se suma la concesión del carnet de conducir a jóvenes que no tienen ni idea de llevar un vehículo. El Departamento de Tráfico expide cada semana entre 450 y 500 nuevas licencias que son, sin duda, una buena generación de ingresos.
Fuente: Elmundo.es. 3 de noviembre de 2011
En Kabul sólo hay 10 semáforos en toda la capital, y nadie hace caso de ellos ni de sus colores. En la ciudad los conductores aparcan donde quieren, y adelantan por la derecha, pero también por la izquierda, invaden el carril contrario, circulan en contra dirección o se incorporan en una calle sin mirar, obligando a frenar de golpe al resto de coches.
Kabul se ha convertido en espejo de lo que es Afganistán: un auténtico caos, en el que las normas están para no cumplirlas. Cualquiera diría que sus conductores no tienen el carnet de conducir, pero sí. Muchos disponen de él, aunque conseguirlo, como todo en ese país, no significa que se esté cualificado para, en ese caso, ir al volante de un vehículo.
Examen caótico
El examen consta de una parte teórica y otra práctica. En la teórica el examinador hace dos o tres preguntas orales al aspirante a conseguir la licencia, que pueden ser muy fáciles o muy difíciles de forma arbitraria. Según le dé en ese momento al examinador.
En la parte práctica no sólo es importante la maña al volante del aspirante sino también su bolsillo.
El jefe de licencias del Departamento de Tráfico de Kabul, Zabiullah Nuri, asegura que sacarse el carnet de conducir cuesta 530 afganis (unos ocho euros y medio). Sin embargo, cuando se pregunta a los jóvenes que se presentan al examen, todos contestan que pagaron más de 1.000 (unos 17). "En Kabul nadie conduce bien", afirma sin reparo Nuri, a pesar de que él es el responsable de coneder los carnets de conducir. "La gente conoce las normas pero no las cumple", justifica encogiéndose de hombros.
El responsable del Departamento de Tráfico, el general Nurudin Hamdard, añade que ése no es el único problema. Kabul tiene capacidad para 50.000 vehículos pero en la actualidad por sus calles circulan más 400.000 cada día, asegura.
Sólo 250 de los 490 kilómetros de calles que hay en la ciudad están asfaltados. La mayoría son de una única dirección pero circulan coches en ambas. En la ciudad se necesitarían 3.000 o 4.000 autobuses para dar servicio a sus cinco millones de habitantes, pero sólo hay 100.
Y al caos ya existente, se suma la concesión del carnet de conducir a jóvenes que no tienen ni idea de llevar un vehículo. El Departamento de Tráfico expide cada semana entre 450 y 500 nuevas licencias que son, sin duda, una buena generación de ingresos.
Fuente: Elmundo.es. 3 de noviembre de 2011
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